Tal como lo hizo con Sudán, Emiratos Árabes y Bahréin, Trump ha tranzado con estas dictaduras para que establezcan relaciones con Israel a cambio de “favores” para estos regímenes.

La Administración saliente de Donald Trump ha reconocido este jueves, a solo seis semanas de abandonar el poder, la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental, a cambio del pleno establecimiento de relaciones diplomáticas de Marruecos con Israel, alcanzado con la mediación de Washington. Marruecos se convierte así en el cuarto país árabe que pacta normalizar sus relaciones con el Estado judío, después de que en agosto lo hiciera Emiratos Árabes Unidos y le siguieran en septiembre Baréin y en octubre Sudán, en los conocidos como Acuerdos de Abraham. Trump toma esta histórica decisión antes de entregar el poder el próximo 20 de enero y sin que haya reconocido aún su derrota en las elecciones presidenciales.

Estados Unidos es en este momento el único país occidental que reconoce la soberanía del reino alauí sobre el Sáhara Occidental, territorio que Marruecos controla y gestiona de hecho en un 80% desde que España abandonara su colonia en 1975. La acción de Trump supone un cambio drástico de la política de Washington respecto al Sáhara y un desaire a las resoluciones de la ONU. Queda ahora en manos del presidente electo Joe Biden decidir si revierte la medida una vez que asuma el poder, decisión espinosa porque podría hacer colapsar la normalización de relaciones entre Israel y Marruecos.Al igual que lo sucedido con Emiratos Árabes Unidos y Bahréin en los últimos dos meses, el acuerdo ha sido anunciado por el presidente estadounidense Donald Trump.

Cabe recordar que la dictadura de Sudán aceptó iniciar relaciones diplomáticas con Israel a cambio de que EEUU levante las sanciones impuestas a dicho país y retirar a Sudán de la lista de países patrocinadores del terrorismo.

Algo parecido sucedió con los Emiratos Árabes y Bahréin, que Trump les ofreció armas y protección frente a las supuestas amenazas que Irán implica para dichos regímenes feudales. Bastaría solo recordar lo reiterado por el propio Trump sobre la protección de Estados Unidos para mantener en el poder a estos regímenes.

Una pregunta obvia: Cual es el objetivo de contar con la ONU, la Corte Penal Internacional de Justicia, Los Convenios de Ginebra y todas las demás instancias legales del mundo si un gobernante como Trump decide y dictamina en forma unilateral y en contra de las resoluciones de dichas instancias ¡Hay que cambiar la ONU y todas las instancias legales y humanitarias del mundo por Trump, que sus decisiones tienen mayor validez y están por encima de la legalidad y las resoluciones de estos organismos!

 

Fuentes: El País y Corresponsal de PalestinaLibre.org en Jerusalén ocupada.