Colonos de Israel asaltan la Mezquita de Al-Aqsa y la Mezquita Ibrahimi en Yom Kipur
Cientos de colonos judíos israelíes asaltaron ayer la Mezquita de Al-Aqsa en la ciudad vieja de Jerusalén y miles asaltaron la Mezquita Ibrahimi en la ciudad vieja de Hebrón, informó la agencia de noticias Wafa.
El ministro de Agricultura, Uri Ariel, y el rabino judío Yehuda Glick guiaron a los colonos judíos a la Mezquita de Al-Aqsa y realizaron rituales talmúdicos, marcando la festividad judía de Yom Kipur o el Día de la Expiación.
En Hebrón, las fuerzas de ocupación israelíes impidieron que los palestinos ingresaran a la Mezquita Ibrahimi para permitir que los miles de colonos asaltasen el lugar sagrado musulmán.
Las incursiones de los colonos en los lugares islámicos han aumentado en los últimos años, a lo que los palestinos advierten que Israel planea dividir espacial y temporalmente la Mezquita de Al-Aqsa para permitir el acceso constante de los judíos al lugar.
La Mezquita Ibrahimi, que se cree el lugar donde fue enterrado el profeta Abraham, es sagrada tanto para musulmanes como para judíos y ha sido el lugar de tensiones, a menudo violentas, durante décadas.
El lugar sagrado se dividió en una sinagoga –conocida por los judíos como la Tumba de los Patriarcas– y en una mezquita, después de que el colono israelí nacido en Estados Unidos, Baruch Goldstein, masacrase a 29 palestinos dentro de la mezquita en 1994.
La ocupación israelí “expropió” grandes áreas de la Mezquita Ibrahimi y la asignó para uso judío solo después de la masacre de los fieles musulmanes del 25 de febrero de 1994 por parte del colono. El israelí Baruch Goldstein, nacido en Estados Unidos, entró en la Mezquita Ibrahimi en Hebrón armado con un rifle de asalto Galil.
Goldstein abrió fuego contra los cientos de fieles musulmanes que estaban en la mezquita durante Ramadán, el mes del ayuno. Recargó al menos una vez, continuando su descarga el mayor tiempo posible antes de ser finalmente derrotado y golpeado hasta su muerte. Cuando lo detuvieron, 29 fieles fueron asesinados y más de un centenar habían resultado heridos.
En respuesta, las fuerzas de ocupación israelíes establecieron una “zona militar cerrada” alrededor de la mezquita, restringiendo el acceso musulmán a ella, y “anexaron” una gran área para el uso de los colonos.
Fuente: Middle East Monitor
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