Declaración de la Unión de Comunidades e Instituciones Palestinas en Europa: Las elecciones legislativas y presidenciales son una consagración al enfoque de Oslo y la prioridad debe ser el Consejo Nacional.
La alternativa a esta manipulación de los principios nacionales y la unidad de nuestro pueblo, debe llegar a través de un proyecto integral de resistencia nacional y bases representativas reales para todo el pueblo palestino. Las elecciones para el Consejo Nacional constituirán la base para revivir nuestras instituciones, principalmente la Organización de Liberación de Palestina, ...
La Unión de Comunidades e Instituciones Palestinas en Europa cree que estas elecciones, de las que se ha hablado mucho en los últimos tiempos, no son la salida correcta a la crisis estructural, organizativa y política que sufre el sistema político palestino, y que no contribuirá a poner fin a la división o al consenso sobre un proyecto nacional resistente, siempre que estas elecciones sigan regidas por la referencia a los Acuerdos de Oslo a nivel político, económico y de seguridad.
En un intento de controlar estas elecciones y sus resultados para perpetuar el enfoque de Oslo, es probable que el presidente de la Autoridad estreche su control sobre el poder judicial a través de una serie de nombramientos y decisiones.
Estas elecciones también excluyen a dos tercios del pueblo palestino en la diáspora y la población de los territorios ocupados de 1948, lo que contribuirá a alimentar la división, y golpeará la unidad de nuestro pueblo en su existencia, pertenencia e identidad. Reemplazar el término “jefe de autoridad” por el de “jefe de estado”, de acuerdo con lo que venía en los decretos, es una receta mágica para privar a la población palestina en la diáspora y en los territorios ocupados del 48 de su derecho legal, constitucional, nacional y legítimo de representarse y participar en cualquier proceso democrático para reorganizar la causa palestina y reconstruir la Organización de Liberación de Palestina sobre la base de un nuevo Consejo Nacional, que cuente con plena participación de toda la población palestina, tanto en el territorio ocupado como en la diáspora.
La alternativa a esta manipulación de los principios nacionales y la unidad de nuestro pueblo, debe llegar a través de un proyecto integral de resistencia nacional y bases representativas reales para todo el pueblo palestino. Las elecciones para el Consejo Nacional constituirán la base para revivir nuestras instituciones, principalmente la Organización de Liberación de Palestina, además de dotarlas de sangre joven. Como pueblo en la diáspora, debemos hacer uso de nuestros derechos y participar en el proceso (incluida la comunidad palestina en Europa y América, así como en todos los campamentos de refugiados) de la elección de delegados para un nuevo Consejo Nacional Palestino, siendo partícipes en la toma de decisiones nacionales y obteniendo representación en las diversas instituciones, sindicatos y comités políticos para que sirvan a los intereses de nuestro pueblo, y activarlas según los principios nacionales.
El momento político actual, sus complicaciones, sus efectos sobre la situación palestina bajo la actual agresión contra nuestro pueblo y nuestra tierra, y lo que está sucediendo en la región en términos de normalización y reordenamiento de los roles de los actores geopolíticos tiene como objetivo principal liquidar la causa palestina, dañar la legitimidad de nuestra lucha y la unidad de los componentes de nuestro pueblo. El anuncio de decretos electorales por parte de la dirección de la Autoridad, sin un acuerdo nacional, es parte de estos golpes de efecto internacionales y regionales destinados a perpetuar los acuerdos de Oslo y renovar su legitimidad, lo que requiere cautela por parte de nuestro pueblo.
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