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Deir Yassin: 71 años después, el terrorismo sionista continúa vivo

Un día como hoy hace 71 años, 9 de abril de 1948, el pueblo palestino de Deir Yassin compuesto por unas 600 almas, civiles todos, fue atacado e invadido por las fuerzas sionistas

La mañana del 9 de abril de 1948 en el poblado de Deir Yassin en Palestina, una aldea donde vivían unas 600 personas, todas civiles y que estaba localizado al oeste de Jerusalén fue atacada, invadida por una fuerza inicialmente compuesta por 132 miembros de las bandas terroristas sionistas Irgún y Stern, esta última autodenominada Lehi.

Los sionistas sometieron a los habitantes de la población a horrendos crímenes y a todo tipo de vejaciones en una orgía de sangre, saqueos, violaciones y explosiones que destruyeron sus casas de lo que unas horas antes en la madrugada había sido hasta entonces un pueblo tranquilo.

Palestina, se hallaba bajo ocupación británica como parte del mandato que la Sociedad de Naciones le confirió a la Gran Bretaña en 1922. En 1918 al final de la Primera Guerra Mundial el Ejército británico derrotó a los turcos conquistando a Palestina, hasta entonces bajo dominio del Imperio Otomano.

Aunque el mandato británico de Palestina llegó a su fin el 14 de mayo de 1948, día en que las fuerzas de la Gran Bretaña se retiraron, ya meses antes, las fuerzas sionistas judías en territorio palestino se preparaban para tomar por la fuerza el control de Tierra Santa. La intención de los militantes armados sionistas era impedir que los árabes palestinos declarasen a Palestina un Estado independiente propio, para así crear por la fuerza su deseado Estado de Israel como patria para los millones de judíos de la Diáspora el momento que se retirasen los británicos el 14 de mayo de 1948. El sionismo, el movimiento político internacional que perseguía la creación de un Estado de Israel en Palestina como patria y refugio para los judíos de todo el mundo, incrementó sus esfuerzos para lograr su objetivo tras el fin de la Segunda Guerra Mundial en 1945, impulsado por el genocidio de 6 millones de judíos europeos a manos del régimen Nacional Socialista de la Alemania de Adolf Hitler.

Los protagonistas en los sucesos de Deir Yassin fueron por un lado los habitantes palestinos del poblado atacado, civiles inocentes que incluían hombres y mujeres, niños y ancianos. Por el otro estaban tres grupos de atacantes, todos pertenecientes a grupos armados judíos, de los cuales los más protagónicos en el ataque a Deir Yassin fueron: la banda terrorista sionista Irgún, que se caracterizó por sus atentados terroristas con bomba contra autobuses, contra civiles congregados en paradas de autobús y contra áreas de mercado llenas de vendedores y compradores; y la banda terrorista sionista Stern, autodenominada Lehi (siglas que en hebreo significaban Combatientes por la Libertad de Israel) y especializada en cometer asesinatos con la intención, a base de dichos actos terroristas, de forzar la salida de los británicos de Palestina. Cabe recordar que Menachem Begin, futuro primer ministro israelí, Premio Nobel de la Paz y fundador del Partido Likud fue uno de los principales líderes de la banda terrorista Irgún, mientras que Yitzhak Shamir, otro futuro primer ministro israelí, fue uno de los líderes principales de la banda terrorista Stern.

El tercer grupo atacante involucrado en los sucesos de Deir Yassin fue el Haganah, la milicia paramilitar de autodefensa judía en Palestina, que proporcionó la mayor parte de los fusiles, granadas y municiones usados por los terroristas del Irgún y de la banda Stern en su ataque contra Deir Yassin. Además, pelotones del Palmach, la fuerza de ataque del Haganah, proporcionaron cobertura de fuego a los terroristas del Irgún y la banda Stern durante su ataque a Deir Yassin, además de disparar contra los civiles palestinos que huían de la matanza hacia el sur en dirección a la población de Ayn Karim. El Haganah constituiría el núcleo fundacional de las fuerzas armadas israelíes tras establecerse el estado de Israel.

Según se ha relatado, antes de atacar a Deir Yassin, comandantes del Irgún y la banda Stern fueron a ver al comandante del Haganah en Jerusalén, David Shaltiel, en busca de su aprobación del ataque. Shaltiel se opuso inicialmente –se ha dicho– al ataque contra Deir Yassin porque la población palestina había firmado un acuerdo de no agresión con los judíos, pero ante la insistencia de los jefes terroristas, aprobó la operación. Al planearse ésta, se ha escrito que los comandantes terroristas del Irgún y la banda Stern habían acordado expulsar (cometiendo limpieza étnica) a la población palestina de Deir Yassin, localizada al oeste de Jerusalén y que contaba con unos 600 habitantes. Los miembros de la banda Stern habían inclusive sugerido que aquellos civiles palestinos que no huyesen de sus casas fuesen asesinados para aterrorizar a la restante población árabe de Palestina, con la probable intención de provocar una huida masiva de los palestinos de sus territorios, como llegó a ocurrir. La mayoría de los terroristas del Irgún y la banda Stern presentes en la planificación del ataque estaban a favor de que se asesinase a todos los habitantes varones de Deir Yassin.

Los sucesos, el ataque contra Deir Yassin empezó a las 4:30 AM el 9 de abril de 1948, encabezado por unos 132 miembros de las bandas terroristas sionistas Irgún y Stern. Los terroristas atacaron desde tres direcciones, con los miembros del Irgún viniendo por el sur desde el pueblo de Beit Hakenem. Los terroristas de la banda Stern se aproximaron desde el norte mientras que un carro blindado con altoparlantes de los terroristas se acercaba desde el este por la única carretera que iba a Deir Yassin. El plan había sido que al acercase el vehículo blindado a Deir Yassin, se le ordenase a la población a través de los altavoces a que abandonasen su poblado, pero el vehículo cayó en una zanja desde cuya localización por su gran distancia los habitantes palestinos no podían escuchar lo que los terroristas les demandaban. Sin más paciencia, los terroristas dispararon una ráfaga de ametralladora hacia las casas, siendo ésta la señal para tomar por asalto a la población. El grito de alarma “¡Yahud!” (“¡judíos!” en árabe) se propagó por todas las casas de Deir Yassin, pudiendo muchos de los pobladores escapar hacia el oeste, salidos apresuradamente de la cama, corriendo descalzos y envueltos en mantas. Por ejemplo, toda la familia de Mohamed Zeidan logró escapar, siendo éste un rico comerciante que le alquilaba numerosas casas a la población judía de Jerusalén.

Una de las primeras víctimas mortales fue Hayat Halabes, joven maestra palestina de una escuela de niñas en Deir Yassin que residía en Jerusalén pero que se quedó la tarde anterior en el poblado porque el autobús –el número 38- que debió llevarla de vuelta a Jerusalén había sido emboscado por terroristas sionistas. Cuando empezaron a sonar los tiros de los atacantes, la joven Hayat Halabes se vistió apresuradamente, corriendo hacia su escuela de niñas en busca de un botiquín de primeros cuidados médicos y tras tomarlo, se puso una banda en el brazo con la cruz roja y salió corriendo hacia el lugar de donde venían los disparos, pero cayó muerta de bala de manera inmediata a tan solo unos metros de su escuela.

Una superviviente de la masacre de Deir Yassin, Safiyeh Attiyeh de cuarenta años de edad, fue violada por uno de los terroristas, que abrió su pantalón y se lanzó sobre la mujer palestina. La víctima describió lo que pasó: "Yo grité . . ., pero a mi alrededor otras mujeres eran también violadas. Luego nos arrancaron las vestiduras y se divirtieron con nuestros pechos haciendo gestos obscenos. Algunos estaban tan obsesionados por apoderarse de nuestros pendientes, que arrancaban las orejas para ir más rápidos".

Otra mujer testigo, Nazra Assad de 36 años, presenció "a un hombre arrebatarle su pequeñín a su vecina, Salhyed Eissa, arrojarlo al suelo y pisotearlo". La testigo vio al terrorista lanzarse sobre la madre palestina y violarla, sucediendo todo a la vez que los otros terroristas presentes miraban sin intervenir. Cuando terminó de violar a su víctima tras quedar satisfecho, el terrorista la asesinó. Tras esto el asesino echó un colchón encima de los cuerpos sin vida de la madre y su hijo.

La gran mayoría de los testimonios de testigos presenciales de los crímenes cometidos por los terroristas de las bandas Irgún y Stern fueron obtenidos tras interrogatorios llevados a cabo por la Policía británica tras la masacre del 9 de abril de 1948. El director adjunto del Departamento de Investigación Criminal (Criminal Investigation Department) de la Policía británica, Sir R.C. Catling, envió el 15 de abril de 1948 al general Sir Alan Gordon Cunningham, el Alto Comisario de Gran Bretaña en Palestina, un "informe 'secreto y urgente', con el número 179/110/17/65". En este se hallaban los testimonios oficiales obtenidos tras los interrogatorios de los testigos y el informe de uno de los oficiales de policía ingleses que condujo los interrogatorios de los residentes de Deir Yassin que habían sobrevivido a la masacre.

Este último informe del oficial de policía británico decía: "La mayoría de las numerosas mujeres que he interrogado en vista de reunir informaciones sobre las atrocidades cometidas en Deir Yassin, se han mostrado muy reticentes a relatar su experiencia, en especial en lo que se refiere a la violencia sexual. Sin embargo, no hay duda alguna de que se han cometido numerosas atrocidades sexuales por los atacantes. Varias jóvenes escolares fueron violadas y luego asesinadas, así como ancianas. Todos hablan de una niña que fue, literalmente, partida en dos. Numerosos recién nacidos fueron descuartizados con cuchillos de carnicero… La mayoría de estas personas se halla en tal estado de 'shock', que son incapaces de comprender qué es lo que realmente sucedió".

La resistencia de los hombres palestinos de la población fue tenaz, defendiendo sus hogares de manera enconada con las armas que normalmente tenían para la protección de sus familias y propiedad. Tras casi dos horas de tiroteo, los terroristas lograron pasar la primera línea de casas de Deir Yassin, encontrándose los distintos grupos de atacantes en el centro del poblado, donde se abrazaron efusivamente. Hasta el momento los terroristas habían tenido cuatro muertos en el ataque con dos de sus jefes de mayor rango heridos. Tras reunirse en el centro de Deir Yassin el comandante del grupo terrorista Irgún, llamado Giora, dio la orden a los miembros de su grupo que prosiguieran su avance pero en eso cayó herido, lo que enloqueció colectivamente a los terroristas, quienes se lanzaron a atacar con una saña y crueldad que iba en aumento a los habitantes palestinos, cuya resistencia ya iba en cambio decreciendo.

Los terroristas de las bandas Irgún y Stern sacaron a la calle a 35 personas, dos de las cuales eran una pareja de recién casados, llamándose la joven esposa Alia Darwish. Los 35 fueron puestos contra una pared y ametrallados con disparos a quemarropa. Los jóvenes esposos murieron asesinados cogidos de la mano en un último adiós. Fahimi Zeidan, un niño de 12 años que sobrevivió a esta matanza relató lo sucedido: “Los judíos ordenaron a toda mi familia situarse frente al muro, y comenzaron a disparar sobre nosotros. Yo fui herido en el costado; pero casi todos nosotros, los niños, nos salvamos porque pudimos refugiarnos detrás de nuestros padres. Las balas arañaron la cabeza de mi hermana Kadri, de cuatro años, la mejilla de mi hermana Sameh, de ocho, y el pecho de mi hermano Mohamed, de siete años. Todos los demás que estaban con nosotros contra el muro resultaron muertos: mi padre y mi madre, mi abuelo y mi abuela, mis tíos, mis tías y varios de sus hijos”. Los nombres de los miembros asesinados de esta familia fueron los siguientes: “Mahmud Zeidan, Abdi Hassan, Mustafá Zeidan, Hudeh Mustafá, Jadra Zeidan, Tamman Alí, Musleh Alí Musleh, Yusreh Mussa, Mustafá Alí, Shafiq Alí, Miyasseh Muslé, Mohamed Musleh y Azizi Musleh”.

La joven mujer de treinta años Haleem Eid, miembro de una de las familias de renombre de Deir Yassin, fue testigo de otro acto de barbarie y salvajismo por parte de los terroristas al presenciar “a un hombre disparar en el cuello de mi cuñada Salhiyed, que estaba a punto de dar a luz, y abrirle el vientre con un cuchillo de carnicero”. Otra mujer también testigo del crimen, Aiesch Radwaer, trató de sacar al bebé del vientre abierto de la madre, que ya estaba muerta, para salvarlo pero también a ella la mataron.

La adolescente Naaneh Jalil, de dieciséis años y residente de otra casa fue testigo de los crímenes de otro terrorista cuando presenció “a un hombre coger una especie de cuchilla y abrir, de la cabeza a los pies, a nuestro vecino Jamili Hish, y luego dar muerte de la misma forma, en las escaleras de nuestra casa, a mi primo Fathi”. Estos actos de salvajismo sanguinario se cometían casa tras casa, y de acuerdo a los testimonios de los sobrevivientes de la masacre, los actos criminales llevados a cabo por las mujeres terroristas de las bandas Irgún y Stern que participaron en el ataque a Deir Yassin estaban a la par de los crímenes cometidos por los hombres. Casa tras casa los terroristas de las bandas Irgún y Stern cometían asesinatos, violaciones de mujeres y saqueos de la propiedad privada, mezclándose los gritos de las víctimas con los disparos de ametralladora y las explosiones de granadas de mano de los terroristas.

El actual primer ministro israelí Benjamín Netanyahu, quien además  hoy está disputando su reelección es líder del Partido Likud que fue fundado por Menachem Begin, uno de los principales líderes de la banda terrorista Irgún

Con información de RT Actualidad

Fuente: Palestinalibre.org

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