Es hora de admitir que Israel es un Estado de apartheid
A menudo se discute el estatus de Israel como Estado de apartheid. Obviamente, existen ciertas diferencias entre la ocupación del régimen israelí en Palestina y el antiguo régimen supremacista blanco de Sudáfrica.
Por Asa Winstanly
Basándose en eso, los apologistas de Israel rechazan la “etiqueta” de apartheid. Peor aún, los propagandistas de Israel en el mundo llegan a afirmar, cínicamente, que es “antisemita” utilizar este término.
Existen diferencias y similitudes entre el apartheid de Israel y el apartheid de Sudáfrica. Por ejemplo, el régimen supremacista blanco que gobernaba Sudáfrica no solía bombardear con aviones y helicópteros de combate los enclaves de la “patria” que controlaba.
Sin embargo, Israel bombardea continuamente a la población civil de Gaza bajo el pretexto de “autodefensa” frente a grupos “terroristas”. Por esta y otras racones, algunos veteranos de la lucha antiapartheid sudafricana han afirmado que, de hecho, el régimen israelí es una forma peor de apartheid que la del antiguo régimen de Sudáfrica. Sin embargo, lo más importante que hay que recordar es que todo este debate es una cortina de humo.
Según el derecho internacional, Israel puede definirse inequívocamente como un Estado de apartheid. Un documento de las Naciones Unidas de 1976, la Convención Internacional de Supresión y Castigo contra el Crimen del Apartheid, define clarmente el término, y el régimen de ocupación israelí en Palestina cumple con todos los requisitos.
El documento de la ONU señala que, aunque la palabra “apartheid” es de origen africano, la práctica general consiste es un sistema racista que se puede aplicar a regímenes más allá que el de Sudáfrica. Para empezar, otros regímenes supremacistas blancos en África llevaban a cabo prácticas similiates, como Rhodesia, conociada anteriormente como Zimbabwe.
La definición de apartheid en la convención deja claro que el régimen de ocupación israelí en Cisjordania es un modelo de apartheid. Un rasgo de la definición que se ajusta a la ocupación israelí es “el arresto arbitrario e ilegal de miembros de un grupo racial”. El sistema de “justicia” militar de Israel en Cisjordania tiene una tasa de condena del 99,7%, y sólo se aplica a los árabes palestinos. Los colonos judíos que colonizan ilegalmente el mismo territorio pueden recurrir al sistema judicial civil de Israel, al que no pueden acceder los palestinos de la Cisjordania y la Jerusalén ocupadas.
Aunque, a lo largo de los últimos años se ha aceptado más, al menos entre la izquierda, que Israel es un régimen de apartheid, aún hay quien rechaza el término. Señalan la supuesta naturaleza “democrática” de Israel dentro de sus “fronteras previas a 1967”, un término inexacto ya que “Israel” nunca ha definido sus propias fronteras y la supuesta “Línea Verde” de 1949 se describe más correctamente como la Línea de Armisticio, no como una frontera.
Las últimas noticias sobre una ciudad israelí en la región de Galilea reflejan muy bien que todo Israel es un régimen de apartheid diseñado deliberadamente para discriminar racialmente a los árabes palestinos que, tanto históricamente como en el presente, representan la mayoría de la población desde el Río Jordán hasta el Mar Mediterráneo.
El mes pasado, las autoridades israelíes de Kfar Vradim – fundada en 1984 en tierras anexionadas del pueblo palestino cercano de Tarshiha – detuvieron la venta de parcelas en la ciudad después de que descubrieran que la mitad de los compradores eran árabes. Estos son los ciudadanos palestinos de Israel que, supuestamente, tienen “derechos igualitarios” bajo la ley israelí; un quinto de todos los israelíes son árabes palestinos.
El líder del consejo local, Sivan Yehiel, explicó al periódico de Tel Aviv Haaretz que, debido a que se le confió la tarea de preservar lo que llama el “carácter sionista-judío-secular” de la ciudad, decidió cancelar las ventas a árabes para “crear soluciones que permitan la preservación del equilibrio demográfico”. El término “balance demográfico” es un eufemismo racista. Sin duda, a lo que se refería Yehiel era a que estas ventas supondrían que nacerían demasiados bebés palestinos en una ciudad que, se supone, forma parte del autodeclarado “Estado judío”.
El “equilibrio demográfico” (o “amenaza demográfica”, como a menudo lo describen los oficiales israelíes), es un eufemismo muy parecido a apartheid, una palabra que significa “separación” en afrikaans. La idea detrás de la propaganda del apartheid sudafricano era que la población negra se beneficiara de un “desarrollo por separado”. Por supuesto, era mentira, y la población negra fue explotada y reprimida brutalmente.
Mientras que la convención de la ONU deja claro que la decisión del líder del consejo israelí en Kfar Vradim coincide con el crimen del apartheid, la acción de Yehiel no es, para nada, la única. Los ciudadanos palestinos de Israel se enfrentan a una constante discriminación simplemente por no ser judíos.
La convención declara que el término “crimen de apartheid” se aplica a acciones como tomar medidas “calculadas para evitar que un grupo o grupos raciales participen en la vida política, social, económica y cultural del país, incluyendo la restricción del derecho a la libertad de desplazamiento y de residencia.”
Ya es hora de que la gente de Occidente se de cuenta y admita que Israel es, básicamente, un Estado de apartheid.
Source: Monitor de Oriente
ESCRIBE SU COMENTARIO