En una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sobre la violencia en Gaza, la embajadora de Estados Unidos ante la ONU aseguró el martes que su aliado, Israel, había actuado con moderación ante las provocaciones de Hamás

“Ningún país en esta cámara actuaría con más moderación que la utilizada por Israel”, aseveró Nikki Haley. “De hecho, la hemeroteca demuestra que varios de los países aquí presentes hoy habrían actuado con mucha menos moderación,” añadió.

Sin embargo, según informaciones de la agencia Reuters, el nuevo intento de EE.UU. de conseguir que las Naciones Unidas condenen por primera vez la violencia del grupo palestino Hamás fracasó el jueves porque el proyecto de resolución no reunió los votos requeridos en la Asamblea General.

La resolución requería del apoyo de dos tercios de la Asamblea, pero el texto de la resolución presentada por EE.UU. recibió 87 votos a favor, 58 en contra y 32 abstenciones, a lo que se une la ausencia de 16 países de la votación. Aunque las resoluciones de la Asamblea no son vinculantes, pueden tener una gran importancia política.

En una votación sobre el procedimiento a seguir solicitada previamente por Kuwait, los 193 miembros votaron, por escaso margen, que fueran necesarios dos tercios y no una mayoría simple para la aprobación del proyecto de resolución.

La embajadora saliente de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, Nikki Haley, había escrito el lunes pasado a los estados miembros para instarles a votar por el texto redactado por los Estados Unidos, advirtiéndoles de que “Estados Unidos se tomará muy en serio el resultado de esta votación”.

Haley, que renunciará a su cargo de embajadora de los EEUU ante la ONU a finales de año, ha sido una firme defensora de Israel. El día antes de la votación manifestó ante los países presentes en la Asamblea: “Antes de que la Asamblea General pueda defender de una forma creíble el compromiso y la reconciliación entre Palestina e Israel, debería expresar, sin ambigüedad y sin condiciones, su condena al terrorismo de Hamás”.

Estados Unidos afirma estar trabajando en un plan largamente esperado para promover la paz entre Israel y Palestina. Pero el liderazgo palestino se ha mostrado escéptico con esta posibilidad, y ha acusado a la administración Trump de ponerse del lado de Israel en cuestiones fundamentales.

Al respecto, el alto responsable de Hamás Sami Abu Zuhri ha expresado a Reuters que “rechazar la resolución redactada por Estados Unidos contra la resistencia supone asestar un duro golpe a la administración estadounidense y reafirma la legitimidad de la resistencia”.

El embajador de Israel ante la ONU, Danny Danon, ha dicho que los países que rechazaron el proyecto de resolución deberían sentirse avergonzados. Y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha elogiado a aquellos que votaron a favor.

Israel capturó Gaza en la guerra de Oriente Medio de 1967, pero se retiró militarmente en 2005. A la vez mantiene ocupada Cisjordania, donde el pueblo palestino tiene un autogobierno limitado.

Durante más de una década, Gaza ha sido controlada por el movimiento islamista Hamás, a la vez que ha sufrido el bloqueo israelí y egipcio. La economía del enclave ha colapsado, dando lugar a lo que el Banco Mundial describe como una grave crisis humanitaria y que está caracterizada por la escasez de agua, electricidad y medicamentos.

Israel pretexta que no tiene más remedio que imponer su bloqueo para defenderse contra Hamás, que exige la destrucción de Israel y ha utilizado Gaza como base para ataques con misiles.

El embajador de Irán ante la ONU, Eshagh Al Habib, ha acusado a Estados Unidos de tratar de desviar la atención de la opinión pública mundial de las causas originales del conflicto y ha afirmado: “Reconocemos a Hamás como un movimiento de resistencia legítimo que lucha por la liberación del territorio palestino de la ocupación extranjera”.

 

Fuente: Middle East Monitor