Los agentes de la policía israelí fueron captados por cámara en Issawiya, en la ocupada Jerusalén Oriental, admitiendo que los ataques persistentes y violentos en la comunidad fueron diseñados sólo para provocar a los residentes.

Los agentes de la policía israelí fueron captados por cámara en Issawiya, en la ocupada Jerusalén Oriental, admitiendo que los ataques persistentes y violentos en la comunidad fueron diseñados sólo para provocar a los residentes.

Según Haaretz, el vídeo fue reproducido en un tribunal israelí, durante el juicio de un residente palestino por arrojar piedras.

Durante el verano, las fuerzas de ocupación israelíes realizaron redadas diarias en Issawiya, acosaron a su población, arrestaron a personas en sus hogares y utilizaron la violencia en enfrentamientos con residentes. En general, unos 350 palestinos en Issawiya han sido arrestados, pero se presentaron cargos sólo contra diez.

El vídeo en cuestión se filmó en abril, justo antes de que la policía intensificara sus redadas, y se grabó con una cámara colocada en el cuerpo de uno de los oficiales de policía que patrullaban el vecindario.

“En repetidas ocasiones se ve a uno u otro de los oficiales levantando su arma como si supuestamente apuntasen a los residentes que se ven en el fondo”, informó Haaretz.

Se escucha a los oficiales discutiendo el propósito de las operaciones en Issawiya, con uno de ellos comentando: “Esto realmente los está provocando por nada”. Un segundo oficial está de acuerdo. Posteriormente, el primer oficial pregunta: “¿Por qué hacer esto a propósito?” El segundo responde: “Nuestra política está jodida desde el principio”.

El primer oficial luego comenta: “Déjalos vivir. Los estás provocando aquí por nada”.

Unos minutos más tarde, el primer oficial se dirige a un tercer oficial. “Tengo una pregunta para ti. ¿No está causando más problemas lo que estamos haciendo aquí?”. El tercer oficial responde: “Ése es el objetivo”, a lo que el primero preguntó: “¿Causando más problemas?”. El segundo oficial afirmó.

El vídeo se mostró durante una audiencia en la Corte de Magistrados de Jerusalén, donde el residente de Issawiya, Abdallah Mustafa, fue acusado de arrojar tres piedras a la policía el día que se grabó el vídeo.

El fiscal afirmó que los agentes de policía tuvieron “un lapsus”, y el juez condenó a Mustafa a siete meses y medio de prisión.

El informe de Haaretz señaló que en 2017, “la policía trajo un autobús de policías al vecindario disfrazados de soldados para provocar el lanzamiento de piedras y luego atrapar a los responsables”, en lo que un niño se vio atrapado en la operación y fue “sentenciado a 19 meses de detención”.

 

Fuente: Middle East Monitor