Israel se prepara para acorralar en campamentos a los beduinos palestinos
Los beduinos que residen en aldeas no reconocidas en el desierto de Naqab han sufrido múltiples desplazamientos forzados desde el establecimiento de Israel en 1948. Israel impide que estas comunidades se desarrollen y les niega servicios esenciales como el agua y la electricidad.
Israel se está preparando para trasladar a la fuerza a unos 36,000 beduinos a campamentos de desplazados como parte de un grupo de planes que están considerados desarrollarse en el sur del desierto del Naqab, advierte un grupo de derechos humanos.
Las personas que enfrentan desplazamientos forzados viven en aldeas no reconocidas por el estado.
Adalah, un grupo que aboga por los derechos de los palestinos en Israel, está desafiando los desarrollos planificados.
Uno de los proyectos es una instalación de prueba propiedad del fabricante de armas Elbit Systems que abarcaría 27,770 acres, más del doble del área de Tel Aviv.
El segundo proyecto, la mina de fosfato Sde Barir, al cual se opone al ministerio de salud de Israel, así como a las comunidades que desplazaría.
A principios de octubre, un comité de planificación regional del gobierno israelí discutió dos planes para albergar temporalmente a beduinos de aldeas no reconocidas. Los campamentos de desplazamiento se utilizarían "en los casos en que se requiera urgentemente a la población que se mude de sus lugares de residencia antes de establecer edificios permanentes".
El lenguaje utilizado por las autoridades de planificación sugiere que el desplazamiento masivo puede ser inminente.
"Los planes israelíes permitirían a las autoridades desalojar y transferir de inmediato a los ciudadanos beduinos a los nuevos campos de desplazados por un período de tres a seis años", según Adalah.
Desplazamiento tras desplazamiento
Los beduinos que residen en aldeas no reconocidas en el desierto de Naqab han sufrido múltiples desplazamientos forzados desde el establecimiento de Israel en 1948. Israel impide que estas comunidades se desarrollen y les niega servicios esenciales como el agua y la electricidad.
Israel ha revocado su ciudadanía a miles de beduinos en los últimos años.
"No es razonable forzar nuevamente el desplazamiento a viviendas temporales de decenas de miles de residentes que han estado viviendo en sus pueblos durante décadas y, de hecho, durante generaciones, la mayoría de los cuales se encuentran en sus tierras tribales tradicionales", declaró Suhad Bishara, un abogado con Adalah, en una carta al comité de planificación y construcción del sur de Israel.
Attiya Al-Issam, presidente del Consejo Regional para los Pueblos No Reconocidos en el Negev, declaró que el "plan malicioso" es visto por los beduinos como "la encarnación del Plan de Prawer de Israel".
Ese plan, discutido por el parlamento de Israel en 2013, buscaba transferir a la fuerza decenas de miles de beduinos en el Naqab a los municipios.
Fue aparentemente congelado después de las protestas masivas de las comunidades afectadas. Pero Israel continuó promoviendo planes para concentrar hasta 90,000 beduinos de 36 aldeas en un área segregada.
Protesta
El Plan Prawer original enfrentó protestas tanto internacionales como nacionales.
El Comité de la ONU para la Eliminación de la Discriminación Racial solicitó a Israel que retire el plan, mientras que el Parlamento Europeo pidió a Israel que respete plenamente los derechos de las comunidades beduinas en el Naqab.
En septiembre del año pasado, el Parlamento Europeo adoptó una resolución llamando a Israel a "poner fin de inmediato a su política de amenazas de demolición y desalojo real contra las comunidades beduinas" que viven en Naqab, así como en Cisjordania ocupada.
La resolución fue aprobada meses después de que Israel obligó a los residentes de Umm al-Hiran, una aldea no reconocida en Naqab, a aceptar ser retirados de sus hogares para que se pudiera construir una ciudad solo para judíos en su lugar.
La medida fue "una reminiscencia de los regímenes más oscuros, como la Sudáfrica del apartheid", declaró Adalah en ese momento.
Otra aldea beduina no reconocida en Naqab, al-Araqib, ha sido demolida por las autoridades israelíes más de 100 veces para dar paso a dos bosques plantados por el Fondo Nacional Judío.
Acerca del autor: Maureen Clare Murphy es la editora gerente de The Electronic Intifada y vive en Chicago.
Fuente: Maureen Clare Murphy, The Electronic Intifada / Traducción: Palestinalibre.org
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