La familia de un niño palestino herido en la cabeza quiere respuestas de Israel
Abdelrahman, un palestino de nueve años, yace en una cama de hospital sin hablar, con la cabeza vendada. "No estaba en las protestas ni en nada parecido. ¿Qué hizo para merecerlo?", se pregunta su padre, quien quiere que Israel explique por qué recibió un disparo en la cabeza.
Abdelrahman, un palestino de nueve años, yace en una cama de hospital sin hablar, con la cabeza vendada. "No estaba en las protestas ni en nada parecido. ¿Qué hizo para merecerlo?", se pregunta su padre, quien quiere que Israel explique por qué recibió un disparo en la cabeza.
"¿De qué es culpable este niño?", insiste Yaser Shtewi en el hospital israelí Sheba, donde atienden a su hijo.
Hace más de un mes que las fuerzas israelíes le dispararon en la cabeza, según su familia y responsables palestinos, en su localidad de Kafr Qaddum, en el norte de Cisjordania. Los médicos dicen que desde entonces no habló.
Dos personas que aseguran haber presenciado los hechos ocurridos el 12 de julio, afirman que el pequeño no estaba cerca del lugar de los enfrentamientos.
Un militar israelí que accedió a hablar bajo condición de anonimato asegura que el ejército está investigando lo ocurrido, y mantiene que ese día no se usó fuego real ni se apuntó hacia el niño.
"Ningún soldado disparó en ningún momento contra ese niño y entendemos que habría resultado herido por una bala de goma", señala el militar.
Pero las autoridades palestinas mantienen que fue blanco de fuego real.
Su familia teme que sufra un daño cerebral permanente. Su padre cuenta que el pequeño se despierta por momentos, abre los ojos, y enseguida vuelve a dormirse.
"Estaba en la puerta de casa ¿y le disparan?", se indigna Yaser.
"Cascada de sangre"
Kafr Qaddum, donde la mayoría de sus 4.000 habitantes pertenecen a la gran familia Shtewi, se encuentra a unos cientos de metros de una colonia israelí.
Israel cerró su ruta principal a la cercana ciudad de Naplusa durante la sangrienta segunda Intifada, a principios de los años 2000. El Estado hebreo afirma que la cerró para evitar los ataques.
Durante años, los habitantes protestan cada viernes reclamando su reapertura. Suelen quemar neumáticos y lanzar piedras a los soldados, que emplean gases lacrimógenos y balas de goma para dispersarlos.
El pasado 12 de julio, los enfrentamientos fueron inusualmente virulentos, según el ejército y testigos.
Los habitantes aseguran que los soldados fueron especialmente agresivos.
Y el militar israelí describe un "alto nivel de violencia de los alborotadores palestinos", más numerosos de lo habitual.
A unos 300 metros de los principales enfrentamientos, un grupo de palestinos lanzaba piedras contra cuatro soldados desde la cima de una colina, según dos testigos. Abdelrahman Shtewi los miraba desde abajo, junto a una puerta que conducía a la casa de un familiar.
Riyadh Shtewi cuenta que se encontraba con sus dos hijos en una calle a unos 150 metros cuando se dio cuenta de que Abdelrahman estaba cerca.
Otro testigo, llamado Abdel Rahman Shtewi, cuenta que el niño estaba comiendo unas uvas que había recolectado.
Riyadh Shtewi se dio cuenta de que un soldado con un rifle se giró en su dirección, por lo que empezó a correr con sus hijos.
"Descendíamos la colina y entonces vi que Abdelrahman fue impactado", contó a la AFP en el lugar de los hechos. "La sangre brotaba como una cascada".
La AFP tuvo acceso a un video en el que se ve a una persona, que los testigos identifican como Riyadh Shtewi, trasladando el débil cuerpo del niño a una ambulancia.
El militar israelí no quiso hacer comentarios sobre a qué distancia se encontraba el niño de los enfrentamientos y dijo que había una investigación en curso.
"No estamos diciendo que el niño participara en un disturbio", aclaró.
"Alarmado"
La organización israelí antiocupación B'Tselem, que investigó lo ocurrido, concluyó que Abdelrahman fue blanco de munición real.
La familia también lo cree, aunque los médicos no pudieron determinarlo de forma concluyente.
Un doctor palestino que operó al niño antes de que fuera trasladado al hospital israelí dijo a la AFP que concluyó que una bala entró por lo alto de su frente y se rompió en decenas de pedazos dentro de su cabeza.
El médico, Othman Mohamed Othman, afirmó que se trataba de una lesión nunca vista en sus 17 años de carrera, y no quiso especular sobre el tipo de bala.
El militar israelí mantiene que "ese día no se disparó fuego real".
En una declaración enviada a la AFP, el enviado de Naciones Unidas para el conflicto palestino-israelí, Nickolay Mladenov, dijo estar "alarmado por el disparo a Abdelrahman, de nueve años"
Yaser Shtewi pasa cada noche junto a la cama de su hijo esperando una mejoría. "Le pregunté al doctor: '¿Necesitará un mes, dos meses o un año?' Me dijo 'No puedo decirle. No puedo decirle nada'", contó.
Fuente: Agencia AFP
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