La vida partida en dos por un muro
En 2002, el gobierno de Israel decidió construir el muro de Cisjordania con más de 7 metros de altura y casi 500 kilómetros (y sumando)
Leticia Pellicer, UNRWA España
Érase una vez, en la lejana Palestina, que vivía un hombre junto a su familia, en un lugar maravilloso, rodeado de montañas y árboles frutales. Un paraíso donde esta familia podía disfrutar de una vida tranquila y lejos del ruido de la ciudad.
Pero un día, llegó un ejército y decidió que por aquellas bonitas tierras tenía que pasar un muro, una gran muralla que separara a unos de otros, que aislara a nuestra querida familia del resto del mundo porque un plan de expansión organizado por unos señores en unos despachos a muchos kilómetros de allí así lo había decidido.
Podría ser el argumento de una película distópica, pero no lo es.
Najm Al Din Al Faqeed tiene 72 años. Vive junto a su mujer y sus hijas y un repentino día su casa quedó separada de su pueblo y el resto de la familia por un muro. Pero no es el único. No muy lejos de la casa de Najm, cerca de Belén, viven Foed Ahmad y su familia, en el campamento de refugiados y refugiadas de Aida, donde el muro está muy presente. Foed tuvo que tomar la decisión de quedarse dentro del campamento y perder el terreno y la casa de su familia, o vivir aislado de los suyos para preservar su propiedad y sus derechos. Eligió lo segundo. Los dos lugares fueron divididos de repente por el muro:
Sin preguntas.
Sin preámbulos.
Sin vergüenza.
La soledad forzosa a la que les han sometido parte sus vidas en dos. Su hogar se ha convertido en una cárcel en la que nunca saben si van a poder llegar ese día al colegio, al médico o a ver a su familia, al otro lado.
El gobierno de Israel decidió construir este muro de más de 7 metros de altura y casi 500 kilómetros (y sumando) en el año 2002. En 2021 sigue su levantamiento y cuando esté terminado se estima que dejará a más de 170.000 personas aisladas.
170.000 personas rodeadas por un muro.
170.000 personas en soledad obligada.
170.000 personas sometidas al antojo de los soldados israelíes.
Sin libertad
¿Pero sabes qué? Es ilegal. Ya en 2003 la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó una resolución en la que se instaba a Israel a detener la construcción del muro y el desmantelamiento de lo construido hasta ese momento. En esta resolución se exigió que “Israel detuviera y revirtiera la construcción del muro en el territorio Palestino ocupado, incluida Jerusalén Este y sus alrededores, que se apartaba de la línea de armisticio de 1949 y era incompatible con las disposiciones pertinentes del derecho internacional”. En 2004 la Corte Internacional de Justicia determinó que el trazado de este muro, que separa familias y se adentra en territorio palestino, era ilegal.
En 2021 el hormigón y las alambradas siguen simbolizando la realidad de esta ocupación ilegal e inhumana. En los 70 años de trabajo de la Agencia de Naciones Unidas para los refugiados y refugiadas de Palestina hemos visto envejecer a demasiadas personas esperando volver al que un día fue su hogar. El trabajo y existencia de la Agencia se basa en la necesidad de retirar a la población refugiada de Palestina del aislamiento al que está sometida por la ocupación israelí.
Y queremos que vengas con nosotras y vivas en tu piel cómo es vivir rodeada por este muro. Porque sentirlo va mucho más allá de las palabras. Te damos la bienvenida a la tercera parada de “Inshallah, un viaje a Palestina: Cisjordania. Una historia de soledad forzosa”, un podcast de UNRWA realizado por Carne Cruda.
Fuente: www.eldiario.es
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