“En Gaza son más evidentes. Hay un montón de problemas gastrointestinales sobre todo en los chicos", señaló EcoPeace Middle East en conferencia durante la semana de acción climática recién pasada.

La carencia de agua en Jordania y Palestina perjudica principalmente a los chicos, señaló EcoPeace Middle East, a través de su charla “Cambio climático, Seguridad Hídrica y Seguridad Nacional para Jordania, Palestina e Israel” en la Universidad de Columbia, Nueva York, durante la semana de acción climática.

La organización explicó que, de seguir con las mismas políticas, se predice que se experimentará un aumento de temperatura promedio de hasta 4 ° C y una disminución general de la precipitación del 25 % regionalmente, y hasta del 40 % localmente.

Los impactos en la salud debido a la carencia del agua son muchos y lamentables. “Hay un montón especialmente por la carencia de agua. Es un desastre, y sobre todo impacta en los chicos”, contó Yana Abu Taleb, de Jordania y parte del equipo de EcoPeace Middle East.

Según Nada Madjalani, de Palestina, la situación sanitaria en este país también es muy grave: “En Gaza son más evidentes. Hay un montón de problemas gastrointestinales sobre todo en los chicos. Los estudios demuestran que provienen del agua. Los bebés sufren sofocación y ahogameiento. La situación en los hospitales es cada vez más complicada. Hace unos años, un chico de seis años que estaba nadando en la playa de Gaza tuvo una infección de una bacteria por la polución del agua y al poco tiempo murió. No sabemos exactamente todas las causas de enfermedades, ya que faltan estudios, pero los números de personas en los hospitales son muy altos”.

Su estudio Climate Change, Water Security, and National Security for Jordan, Palestine and Israel de enero de este año prevé “un cambio en las estaciones de lluvia de invierno y primavera a otoño, una mayor frecuencia e intensidad de eventos climáticos extremos como sequías, inundaciones repentinas e incendios forestales; así como una tasa creciente de desertificación”.

Tanto en Gaza como en Cisjordania, el acceso al agua de la población palestina está estrictamente limitada por las políticas del Gobierno israelí. La denegación del derecho al agua de Palestina se ha convertido en un elemento permanente en el marco del Acuerdo provisional de Oslo II, que concede al Estado de Israel el control sobre todos los recursos hídricos compartidos, siendo sólo el 17 % del acuífero de la Montaña la única fuente significativa de agua dulce para la población palestina de Cisjordania.

El resultado es la creación de un régimen hídrico que perpetúa la discriminación en la gestión y asignación de este recurso entre Israel y Palestina. Además, el Estado de Israel también ha denegado a Palestina el acceso al río Jordán, que es la otra fuente de agua dulce de Cisjordania, y ha prohibido la utilización de su agua desde la ocupación de Cisjordania en 1967.

Frente a la falta de respuesta de los gobiernos y del apoyo económico y social internacional para Jordania y Palestina, EcoPeace desarrolló un plan para que sus dirigentes adopten por el bienestar de todos. Este informe promueve un cambio de paradigma para que se considere el cambio climático integral dentro de la agenda de seguridad nacional en cada país. Su intención es proteger al medioambiente y la paz, en los ríos da Jorndania, del Mar Muerto y mantener los acuíferos costeros. Otras de sus áreas de trabajo son generar políticas de protección de Gaza y de educación para profesores y estudiantes.

“En Palestina, como en Jordania, Israel tiene que compensar el agua para los palestinos que no reciben más de 60 litros per capacita por día. Es una catástrofe humana”, sentenció Nada. Y agregó: “En 2020 dijeron que iba a ser inviable. No van a ser útil para las personas. Vayan preparando los botes para los de Gaza”.

Uno de los proyectos entre Palestina y Jordania es implementar la energía renovable. No obstante, unos de los problemas para llevarlo a cabo es el poco espacio con el que cuentan para construir y que la topografía del lugar no es acorde. “Dependemos de Israel básicamente. Eso no significa que el país no sea independiente”, aclaró Yana.

Ellos reciben agua una vez por semana. “Los que dependían del agua como modo de vida han abandonado sus granjas sin nada que hacer. Por eso subió al 50 % el nivel de personas desocupadas, sobre todo juventud. Es una muy mala situación”.

EcoPeace Middle East es una organización sin fines de lucro con oficinas en Amman, Ramallah y Tel Aviv. Ha llevado a cabo mesas redondas en cada una de las tres ciudades para abordar estos problemas y dio como resultado este informe.

Acerca del autor: Sabrina Pozzi, Periodista | Fellow of Climate Tracker | @sabrinapozzi

 

Fuente: Sabrina Pozzi, La Izquierda Diario