El proyecto sionista se adapta y se acomoda a todas las circunstancias, siempre y cuando se trata de apoderarse de lo ajeno. Cada vez hay más robos, más despojos y más apropiaciones. Hagas lo que hagas, siempre pierdes, siempre hay argumentos para apoderarse de tus tierras, de tu casa y de tu libertad.

Eduardo Galeano, mencionaba una reflexión: “Vinieron. Ellos tenían la Biblia y nosotros teníamos la tierra. Y nos dijeron: "Cierren los ojos y recen". Y cuando abrimos los ojos, ellos tenían la tierra y nosotros teníamos la Biblia”. En parte, así fue el despojo de las tierras americanas por parte de los colonizadores europeos.

En Palestina, por miles de años, nosotros teníamos la tierra. Ellos, se auto calificaban como el “pueblo elegido”, tenían una Biblia que hablaba de una supuesta promesa por parte de un “Dios”, que les habría prometido quitarnos nuestra tierra y entregarla a ellos.

Ellos nos robaron la tierra.

Hace unos 30 años, aparecieron líderes israelíes que “generosamente” decían que nos devolverías parte mínima de nuestra tierra. La tierra, nuestra tierra, a cambio de la paz.

Esto no sucedió. Por el contrario, nos robaron más tierras. ¡Hoy estamos sin tierra y sin paz!

Ahora, aparecen con otro nuevo concepto: “Saqueo versión 2.0”. Netanyahu, ahora habla de la “paz a cambio de la paz”. Ellos se quedan con la tierra, con la paz y nosotros, seguiremos sin nuestra tierra y sin paz.

¡Brillante!

 

Fuente: Un refugiado palestino - Jerusalèn ocupada, para PalestinaLibre.org