El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, debe poner las continuas violaciones de Israel contra los palestinos en la parte superior de su agenda cuando visite Israel y el territorio palestino ocupado esta semana, ha instado el Consejo Noruego para los Refugiados (NRC).

Desde que Biden asumió el cargo, las autoridades israelíes han aumentado tanto la expansión como las demoliciones de asentamientos. En los primeros seis meses de este año, Israel aprobó planes para 4.427 unidades de vivienda en asentamientos israelíes en Cisjordania ocupada. Este es un gran aumento de 3,645 unidades aprobadas para todo el año pasado.

 

“Esta visita presenta una buena oportunidad para que el presidente Biden y los EEUU exijan el fin de las violaciones sistemáticas y diarias contra los palestinos, especialmente los desalojos y demoliciones que continúan destruyendo hogares y vidas”, dijo Carsten Hansen, director regional de NRC para Medio Oriente.

 

Un análisis reciente de NRC muestra que, por cada día que Biden pasó en el cargo desde enero de 2021, Israel ha desplazado a un promedio de tres palestinos. Este es un total de 1.657 personas desplazadas como resultado de la demolición de 1.269 estructuras en la Cisjordania ocupada, incluida Jerusalén, según UN OCHA. Desde que el primer ministro Yair Lapid asumió el cargo el 1 de julio, Israel ha demolido 18 estructuras y desplazado a 17 palestinos.

 

“Detrás de estos números hay historias reales de desplazamiento humano, de familias desalojadas sin ningún lugar a donde ir, de niños que miran cómo las excavadoras arrasan con el único hogar que han conocido. Como uno de los aliados de Israel más poderosos del mundo, Estados Unidos y el presidente Biden deben priorizar la difícil situación de los palestinos durante su visita a la región”, dijo Hansen.

 

En mayo, el Tribunal Superior de Israel desestimó todas las peticiones contra el traslado forzoso de hasta 1.200 palestinos en gran parte de Masafer Yatta, en el sur de Cisjordania ocupada, que Israel ha declarado zona militar cerrada.

 

“[La decisión judicial] significa para los residentes la pérdida de sus hogares y aldeas y su desplazamiento de esta zona”, dijo el jefe del Consejo de Masafer Yatta, Nidal Abu ‘Aram.

 

NRC está pidiendo al presidente que exija que Israel emita una moratoria sobre la expulsión y el traslado forzoso de palestinos y la expansión de los asentamientos.